Muy buen sabor de boca dejó en el encuentro de ayer
Llorente en los 30 minutos que jugó. Salió, se desmarcó, recibió un pase en
profundidad y definió con una precisión destacable. Durante los minutos restantes,
además, se mostró muy participativo, creando alguna oportunidad clara que no se
pudo transformar.
Y como era de esperar, esta vez ya no pudo escaparse de
los medios de comunicación, y por primera vez este verano a tenido que hacer
frente a las preguntas de unos periodistas con ganas de sacar un titular en
torno a la situación contractual que une al jugador con el club vasco.
El delantero de Rincón de Soto se mostró molesto con el
hecho de que muchos aficionados le recriminen la decisión de no querer renovar.
Como cabía esperar las pancartas, pintadas y cánticos que durante las últimas
semanas han aparecido no han hecho mucho favor al estado anímico del jugador.
Por otra parte, ha manifestado que él seguirá siendo del
Athletic independientemente del equipo en el que esté jugando. Error. No
considero que este comentario sea acertado en el contexto en el que Llorente se
encuentra. Será difícil que la mayoría de aficionados entienda el hecho de que
un jugador manifieste públicamente que su equipo es el Athletic y que al mismo tiempo no desee
continuar jugando en él. En principio debería entrar dentro de la lógica ya
que, militando en otro equipo puede tener más opciones de ganar un título, y
por ende, de lograr mayores logros profesionales. Por lo tanto la única
interpretación al comentario debería ser que Llorente desea seguir creciendo
profesionalmente y por ello buscar alternativas en otros equipos. Aquí esté el
error, precisamente en manifestar públicamente que para crecer profesionalmente
es necesario abandonar la disciplina bilbaína.
Bajo una afición y un club normal estas declaraciones no
se llevarían más allá, pero el Athletic es diferente. El sentimiento Athletic
no entiende las palabras de Llorente. No las entiende porque en la lógica
rojiblanca no existe el hecho de seguir creciendo más lejos de Lezama y San
Mamés. El sentimiento Athletic significa ver al club como lo más grande. Siendo
consciente de sus virtudes y de sus defectos. Admitir que quizá no seamos los
mejores, pero los sentimos así. Fuera de toda lógica.
Y ese sentimiento, se tiene o no se tiene...y mucho temo
que FL9 no lo tiene. Esperemos que el público se lo perdone.
No hay comentarios:
Publicar un comentario