viernes, 14 de septiembre de 2012

Renovarse o, ¿morir?

En ocasiones parece que eso es lo que piensan los aficionados del Athletic sobre los jugadores que están en su último año de contrato. El sentimiento Athletic es muy especial, y por eso, no se entiende que un jugador quiera irse del equipo. Si no recuerdo mal, es la primera vez que un jugador hace pública (realmente no la hizo el jugador sino el Athletic) la decisión de no renovar.

Más que irse, lo que pretendía Llorente era facilitar su salida. Sabe que no vale lo que cuesta. Nos pongamos como nos pongamos, por 40 millones de euros se pueden encontrar delanteros más rentables. Y siendo consciente de ello, se ha esforzado en precipitar su marcha pretendiendo que el Athletic, tomando la actitud de “más vale ahora aceptar 20 millones que, que en junio se me vaya gratis. Eso es un órdago en toda regla.



Pero el Athletic, ni corto ni perezoso ha aceptado el órdago. Tras manifestar públicamente las intenciones del jugador ha dejado claro, una y otra vez que quien quiera llevarse al delantero tendrá que pagar la cláusula de rescisión contemplada en el contrato. Lo hizo con Javi Martinez y le salió bien. Aunque ahora todo apunta a que no va a salir tan bien. A partir de enero el jugador estará en disposición de negociar con otros clubs de cara a la campaña que viene. Novias no le faltan, Barcelona, Real Madrid, Juventus, AC Milán, Manchester City o Arsenal ya se han interesado por el jugador que se convertiría en el caramelo más deseado del mercado veraniego del 2013. Demasiado tentador. Esto sin duda hará que las ofertas que le lleguen estén revalorizadas.

Hasta entonces, sin embargo, el camino no va a ser fácil. Urrutia confía en poder convencerle para retomar las negociaciones sobre su renovación. Además, si el jugador no cuaja una temporada buena, puede que no le hagan sitio en tantos clubs como el se imagina, y además lo harán para cubrir roles secundarios, cosa a la que no está acostumbrado el 9 de Rincón de soto. Pero en este culebrón falta otro agente, que en el caso de la entidad rojiblanca es un agente muy importante y sobre todo, muy crítico: San Mamés. El aficionado ya se ha manifestado, reprochando la actitud del delantero. Estas últimas semanas ha habido pancartas llamándolo mercenario, pintadas deseando su muerte y, los cánticos que reclamaban que dé la cara son cada vez más frecuentes en La Catedral. El presidente ha pedido calma y comprensión con la situación y ha dejado claro que Llorente sigue siendo parte del club y que como tal el público debe animarle. Quizá sea verdad, y los aficionados decidan hacer lo que Urrutia pedía. Veremos cuanto dura la paciencia del socio...

¿Decidirá Llorente seguir siendo cabeza de ratón, o preferirá ser cola de león? Habrá que esperar unas cuantas semanas o meses hasta que se sepa la decisión final, pero de momento parece que entrará en la convocatoria de esta jornada.

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