Llega la primera de esas jornadas que se marcan tan pronto encuentras
el calendario de la próxima liga, el derbi. Por mucho que los jugadores se
empeñen en restarle hierro, el partido son mucho más que 3 puntos, mucho más que
abrir brecha o acercarse, mucho más de seguir
con buenas dinámicas o romper con malas rachas. El fútbol, por mucho que
les pese a los jugadores, lo hacen los aficionados. Y en estos partido la
afición dicta que ganar lo es todo, que casi justifica la temporada, y que hay
que morir en el campo para sobreponerse al rival. Es un privilegio que la
rivalidad se quede en el campo y que las aficiones, salvo algunos degenerados
que hasta en las mejores familias se encuentran, gocen de una relación sana.
Tan sana que a lo largo de la tarde de mañana seguro veremos a las aficiones
coloreando la parte vieja donostiarra, y que muy posiblemente, sea cual sea el
resultado, se volverá a reunir en el mismo sitio para cenar y salir de fiesta.
Y es precisamente por esto por lo que este partido es tan importante.
No podemos hablar de que ninguno
de los dos equipos llegue en un estado de forma mejor. Quizá la real
llegue algo más fuerte, pero no lo suficiente como para marcarlo como claro
favorito. Además el Athletic no ha perdido en sus últimos 4 encuentros y las
sensaciones de recuperar a Llorente sin duda dan fuerza a un equipo que no termina de despegar.
En el cuadro bilbaíno, además de las habituales bajas de Aurtenetxe,
que sigue su puesta apunto y Herrera que sigue su proceso de recuperación tras
la operación, no parece que haya nuevos partes médicos, y además recupera a
Amorebieta e Iraizoz, que previsiblemente entrarán en el once titular. De
Marcos también ha arrastrado alguna molestia pero parece que no tendrá problemas
para estar disponible de inicio. A falta de conocer las ultimas pruebas de
Bielsa y estado de forma de los jugadores que comentábamos parece que poca
novedad va a haber en el once titular respecto a los partidos anteriores. De
ser así Llorente repetiría suplencia tal y como lo ha hecho en todos los
encuentros de la presente liga.
Si bien no ha dado pistas del posible once, al técnico rosarino se le
ha visto muy activo esta semana en Lezama. Ha trabajado mucho los ajustes
defensivos, preocupado seguramente por la cantidad de goles que el equipo ha
recibido en lo que llevamos de curso futbolístico. Al fin y al cabo la apuesta
del Athletic pasa por tener la pelota y eso hace que el equipo contrario busque
las contras. De hecho el conjunto Donostiarra ya ha demostrado esta temporada
que sabe especular, y que con jugadores de la talla y cualidades de Vela o Griezmann un despiste se puede traducir en un
gol en contra.
El rival, la Real Sociedad, pierde a uno de sus activos más
importantes, Claudio Bravo. El portero chileno se fracturo el radio en uno de
sus brazos y será baja durante unas cuantas semanas. Por lo tanto será
Zubikarai quien lo sustituya, debutando en un derbi. El guardameta fue noticia
a principios de año tras la célebre derrota en la Copa del Rey frente al Mallorca por 6 – 1.
Las casas de apuesta dan levemente como favorita al conjunto local, y
es que la Real es un equipo muy fuerte en los partido que disputa en Anoeta, siendo
ésta la principal, y casi única, fuente para obtener puntos.