Muy revuelto está el temporal
por tierras bilbaínas. Partidos en los que la única conclusión posible es que
el equipo no está bien, tiene carencias que necesariamente habrá que suplir
cuanto antes, para empezar a enderezar el rumbo.
El del jueves fue una tremenda
decepción. Era buena oportunidad para encarrillar su participación en la Europa
League y recuperar algo de confianza tras el desastroso derbi de la última
jornada, ante un rival que sobre el papel era bastante más débil. Nada más lejos de la realidad. Los
visitantes no pudieron desarrollar en ningún momento su juego, y como le suele
pasar en esas situaciones se pierde en el campo hasta cometer errores que le
acaban costando el encuentro. Y dicho esto casi queda resumido el encuentro a
la perfección. Se trajeron de vuelta un 3 –1 que ha hecho encender las alarmas
en Lezama y que, sin duda, complica mucho el pase a la siguiente ronda de la
Europa League.
Lo mejor: En general nada positivo a sacar del partido
del jueves.
Lo peor: Además de lo que costó hacer el gol, el
hecho que un equipo como el Sparta de Praga te marque 3. Inadmitible.
Y en esta situación gris, más
de uno estaba convencido de que acabaría el domingo tornándose negra, al
enfrentarse al Osasuna, rival que siempre que visita San Mamés lo hace con una
motivación extra y siempre con opciones de rascar puntos. Y esta vez no fue
diferente. Además no hay que olvidar que el encuentro podría haberse titulado
“los juegos del hambre” debido a la situación de ambos equipos en la tabla
clasificatoria.
El partido se puso de cara rápido
con un madrugador tanto de, una vez más, Aduriz. Llorente volvió a ser
suplente, y parece que con motivos. De hecho en su salida al campo para
disputar la media hora que le dio Bielsa, le esperaban, una vez más pitos por
parte del público y ésta vez no sólo del sector más crítico. Sea como fuere, el
delantero está lejos de su nivel, esta lejos de sus pretensiones salariales y
está lejos de su precio de mercado, cuestiones que seguramente preocuparán
mucho al jugador y a su representante.
El gol de Aduriz parecía que no
iba a ser el único, y la verdad es que fue un encuentro que de haber acabado en
empate nadie se hubiese extrañado. Hubo alternativas para ambos. Los locales
hilaron un fútbol algo mejor de lo que vienen haciendo esta campaña creando ocasiones.
Los visitantes se toparon con los palos en 3 ocasiones, desquiciando a los aficionados desplazados hasta la capita
vizcaína. Al final 1 – 0 y a respirar durante el parón liguero, que esperemos,
sirva para asentar mejor las bases para confirmar la recuperación.
Lo mejor: Ander Herrera, que está de vuelta. El equipo
lo necesitaba. El chaval aporta mucho y su ausencia deja un hueco a veces
difícil de cubrir. Volver a tenerle de titular es la mejor victoria.
Lo peor: Acabar en casa
pidiendo la hora y dando las gracias a la virgen de Begoña. Hace falta más
solidez.
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